Fue
tema del Simposio Internacional de Ciencias del Ejercicio y Medicina del
Deporte
Bajar y subir de peso es tan malo para el corazón como el sobrepeso
Es frecuente en las dietas muy hipocalóricas, pues causan lesiones que
llevan al abandono
El consumo de hidratos de carbono complejos es fundamental dentro de un
plan de descenso de peso
Evita las lesiones deportivas
Aconsejan una adecuada hidratación
Dieta y ejercicio, se sabe, es la fórmula ideal para alcanzar un peso
saludable que permita alejar los riesgos que implican el sobrepeso y la
obesidad. Sin embargo, su puesta en práctica no siempre redunda en los
beneficios esperados. Sucede que, con más frecuencia de lo deseable, las
personas se dejan llevar por dietas que restringen exageradamente las
calorías y los hidratos de carbono.
.
Esta combinación de ejercicio y dietas hipocalóricas e
hipohidrocarbonadas es el mejor camino hacia el fracaso en el descenso de
peso, aseguró el doctor Juan Carlos Mazza, coordinador científico del IX
Simposio Internacional de Ciencias del Ejercicio y Medicina del Deporte,
que se realizó a mediados del actual junto con el Congreso Internacional
del Gatorade Sports Science Institute.
.
"Con estas dietas, las personas se deshidratan (pues gran parte del
peso perdido es líquido y no grasa) y agotan sus reservas musculares de
azúcar o glucógeno -explicó-. Cuando el músculo pierde dos tercios de
sus reservas, entra en fatiga muscular y, ante el ejercicio, se lesiona.
Así, las personas abandonan su plan para adelgazar y vuelven a subir de
peso."
.
Este es un círculo vicioso en el que quedan atrapadas muchas personas que
periódicamente emprenden un plan de dieta y ejercicio, que al poco tiempo
abandonan. Y sus consecuencias no son menores: "En los últimos años
se han realizado estudios que demuestran que este ciclismo de peso (bajar
10 kilos, volver a subirlos y así sucesivamente) presenta un riesgo mayor
de enfermedad coronaria que tener un ligero o moderado sobrepeso",
dijo Mazza.
.
Cómo no hacer dieta
.
"La asociación entre actividad física y cambios en el estilo de
alimentación ha demostrado ser la estrategia más efectiva para el
control del peso corporal", comentó el especialista en nutrición
Esteban Carmuega, que disertó en el citado encuentro científico.
.
¿Cómo opera esta asociación? "La actividad física no sólo
produce un gasto de energía durante el ejercicio, sino que también
permite contrarrestar la disminución de la tasa metabólica basal que
experimentan las personas que bajan de peso", respondió el doctor
Carmuega.
.
En estas personas que restringen su consumo de calorías, el organismo
responde disminuyendo el gasto energético necesario (basal) para las
funciones vitales. "La actividad física permite mantener elevado
este gasto, ayudando a lograr un balance negativo de energía que obliga
al organismo a quemar grasas, que es lo que permite el descenso de
peso."
.
Como si esto fuera poco, agrega Carmuega, "la actividad física
contribuye a mantener durante el día una disminución del apetito y, además,
aumenta la masa magra (músculo), que es la que más consume energía".
.
Pero lo que muchas veces no toman en cuenta quienes prescriben planes
dietarios con dudoso soporte científico es que la persona que va a
realizar actividad física para bajar de peso necesita tener garantizada
cierta ingesta de calorías,y en especial de hidratos de carbono.
.
"Si una persona necesita 3000 kilocalorías diarias para garantizar
sus funciones vitales y el consumo de energía que realizará al hacer
ejercicio -explicó el doctor Mazza-, una dieta hipocalórica razonable
sería aquella que presenta un déficit no superior al 20 por ciento.
.
"El problema surge cuando se pretende que una persona baje 10 kilos
en un mes y se le indica una dieta severamente hipocalórica, que, por
ejemplo, pase de proveer 3000 a 1500 kilocalorías -continúa el
especialista-. Para peor, estas personas dejan de comer hidratos de
carbono, porque supuestamente engordan."
.
Y aquí no hacen ninguna distinción entre hidratos de carbono simples (azúcares
refinados, caramelos, confituras, chocolates) y complejos (pastas, papa,
arroz). Si bien los primeros son en gran medida prescindibles para una
alimentación saludable, no sucede lo mismo con los segundos: "Hay
que tratar de que estas personas que están tratando de bajar de peso
obtengan entre un 60 y un 70% de sus calorías a partir de estos
alimentos", afirmó Mazza.
.
¿Cuál es, en este contexto, la importancia de los hidratos de carbono?
"Son fundamentales para sostener la reserva muscular de glucógeno,
permitiendo un mejor desempeño muscular, menor fatiga y acumulación de
ácido láctico en el músculo", agregó Carmuega.
.
Mantenerse hidratado
.
Aunque muchas veces no sea tomado en cuenta, un aspecto importante para
conciliar la actividad física con un plan alimentario tendiente a
disminuir el peso corporal es una adecuada hidratación antes, durante y
después de la práctica deportiva.
.
"Es muy importante hidratarse antes de hacer ejercicio, y más aún
si hace calor -dijo Mazza-. Con una temperatura de 25 a 30 grados hay que
tomar por lo menos medio litro (en fracciones) antes de comenzar la
actividad; de 30 a 35 grados, un litro. Esto permite prevenir la
deshidratación aguda durante el ejercicio."
.
Por otro lado, se aconseja beber una cantidad de líquido similar al
volumen que se pierde durante el ejercicio, y no esperar a tener sed.
"Cuando una persona tiene sed, es tarde, porque ya ha disminuido su
volumen corporal de agua", explicó Carmuega.
.
"Es importante anticiparse a esa necesidad de agua, hidratándose
antes, durante y después del ejercicio", agregó. Esta es otra buena
medida para evitar el shock de calor y las lesiones deportivas que suelen
frustrar tan fácilmente cualquier plan de descenso de peso.
.
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION
.<< Comienzo de la notaDieta y ejercicio, se sabe, es la fórmula
ideal para alcanzar un peso saludable que permita alejar los riesgos que
implican el sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, su puesta en práctica
no siempre redunda en los beneficios esperados. Sucede que, con más
frecuencia de lo deseable, las personas se dejan llevar por dietas que
restringen exageradamente las calorías y los hidratos de carbono.
.
Esta combinación de ejercicio y dietas hipocalóricas e
hipohidrocarbonadas es el mejor camino hacia el fracaso en el descenso de
peso, aseguró el doctor Juan Carlos Mazza, coordinador científico del IX
Simposio Internacional de Ciencias del Ejercicio y Medicina del Deporte,
que se realizó a mediados del actual junto con el Congreso Internacional
del Gatorade Sports Science Institute.
.
"Con estas dietas, las personas se deshidratan (pues gran parte del
peso perdido es líquido y no grasa) y agotan sus reservas musculares de
azúcar o glucógeno -explicó-. Cuando el músculo pierde dos tercios de
sus reservas, entra en fatiga muscular y, ante el ejercicio, se lesiona.
Así, las personas abandonan su plan para adelgazar y vuelven a subir de
peso."
.
Este es un círculo vicioso en el que quedan atrapadas muchas personas que
periódicamente emprenden un plan de dieta y ejercicio, que al poco tiempo
abandonan. Y sus consecuencias no son menores: "En los últimos años
se han realizado estudios que demuestran que este ciclismo de peso (bajar
10 kilos, volver a subirlos y así sucesivamente) presenta un riesgo mayor
de enfermedad coronaria que tener un ligero o moderado sobrepeso",
dijo Mazza.
.
Cómo no hacer dieta
.
"La asociación entre actividad física y cambios en el estilo de
alimentación ha demostrado ser la estrategia más efectiva para el
control del peso corporal", comentó el especialista en nutrición
Esteban Carmuega, que disertó en el citado encuentro científico.
.
¿Cómo opera esta asociación? "La actividad física no sólo
produce un gasto de energía durante el ejercicio, sino que también
permite contrarrestar la disminución de la tasa metabólica basal que
experimentan las personas que bajan de peso", respondió el doctor
Carmuega.
.
En estas personas que restringen su consumo de calorías, el organismo
responde disminuyendo el gasto energético necesario (basal) para las
funciones vitales. "La actividad física permite mantener elevado
este gasto, ayudando a lograr un balance negativo de energía que obliga
al organismo a quemar grasas, que es lo que permite el descenso de
peso."
.
Como si esto fuera poco, agrega Carmuega, "la actividad física
contribuye a mantener durante el día una disminución del apetito y, además,
aumenta la masa magra (músculo), que es la que más consume energía".
.
Pero lo que muchas veces no toman en cuenta quienes prescriben planes
dietarios con dudoso soporte científico es que la persona que va a
realizar actividad física para bajar de peso necesita tener garantizada
cierta ingesta de calorías,y en especial de hidratos de carbono.
.
"Si una persona necesita 3000 kilocalorías diarias para garantizar
sus funciones vitales y el consumo de energía que realizará al hacer
ejercicio -explicó el doctor Mazza-, una dieta hipocalórica razonable
sería aquella que presenta un déficit no superior al 20 por ciento.
.
"El problema surge cuando se pretende que una persona baje 10 kilos
en un mes y se le indica una dieta severamente hipocalórica, que, por
ejemplo, pase de proveer 3000 a 1500 kilocalorías -continúa el
especialista-. Para peor, estas personas dejan de comer hidratos de
carbono, porque supuestamente engordan."
.
Y aquí no hacen ninguna distinción entre hidratos de carbono simples (azúcares
refinados, caramelos, confituras, chocolates) y complejos (pastas, papa,
arroz). Si bien los primeros son en gran medida prescindibles para una
alimentación saludable, no sucede lo mismo con los segundos: "Hay
que tratar de que estas personas que están tratando de bajar de peso
obtengan entre un 60 y un 70% de sus calorías a partir de estos
alimentos", afirmó Mazza.
.
¿Cuál es, en este contexto, la importancia de los hidratos de carbono?
"Son fundamentales para sostener la reserva muscular de glucógeno,
permitiendo un mejor desempeño muscular, menor fatiga y acumulación de
ácido láctico en el músculo", agregó Carmuega.
.
Mantenerse hidratado
.
Aunque muchas veces no sea tomado en cuenta, un aspecto importante para
conciliar la actividad física con un plan alimentario tendiente a
disminuir el peso corporal es una adecuada hidratación antes, durante y
después de la práctica deportiva.
.
"Es muy importante hidratarse antes de hacer ejercicio, y más aún
si hace calor -dijo Mazza-. Con una temperatura de 25 a 30 grados hay que
tomar por lo menos medio litro (en fracciones) antes de comenzar la
actividad; de 30 a 35 grados, un litro. Esto permite prevenir la
deshidratación aguda durante el ejercicio."
.
Por otro lado, se aconseja beber una cantidad de líquido similar al
volumen que se pierde durante el ejercicio, y no esperar a tener sed.
"Cuando una persona tiene sed, es tarde, porque ya ha disminuido su
volumen corporal de agua", explicó Carmuega.
.
"Es importante anticiparse a esa necesidad de agua, hidratándose
antes, durante y después del ejercicio", agregó. Esta es otra buena
medida para evitar el shock de calor y las lesiones deportivas que suelen
frustrar tan fácilmente cualquier plan de descenso de peso.
.
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION
.Dieta y ejercicio, se sabe, es la fórmula ideal para alcanzar un peso
saludable que permita alejar los riesgos que implican el sobrepeso y la
obesidad. Sin embargo, su puesta en práctica no siempre redunda en los
beneficios esperados. Sucede que, con más frecuencia de lo deseable, las
personas se dejan llevar por dietas que restringen exageradamente las
calorías y los hidratos de carbono.
.
Esta combinación de ejercicio y dietas hipocalóricas e
hipohidrocarbonadas es el mejor camino hacia el fracaso en el descenso de
peso, aseguró el doctor Juan Carlos Mazza, coordinador científico del IX
Simposio Internacional de Ciencias del Ejercicio y Medicina del Deporte,
que se realizó a mediados del actual junto con el Congreso Internacional
del Gatorade Sports Science Institute.
.
"Con estas dietas, las personas se deshidratan (pues gran parte del
peso perdido es líquido y no grasa) y agotan sus reservas musculares de
azúcar o glucógeno -explicó-. Cuando el músculo pierde dos tercios de
sus reservas, entra en fatiga muscular y, ante el ejercicio, se lesiona.
Así, las personas abandonan su plan para adelgazar y vuelven a subir de
peso."
.
Este es un círculo vicioso en el que quedan atrapadas muchas personas que
periódicamente emprenden un plan de dieta y ejercicio, que al poco tiempo
abandonan. Y sus consecuencias no son menores: "En los últimos años
se han realizado estudios que demuestran que este ciclismo de peso (bajar
10 kilos, volver a subirlos y así sucesivamente) presenta un riesgo mayor
de enfermedad coronaria que tener un ligero o moderado sobrepeso",
dijo Mazza.
.
Cómo no hacer dieta
.
"La asociación entre actividad física y cambios en el estilo de
alimentación ha demostrado ser la estrategia más efectiva para el
control del peso corporal", comentó el especialista en nutrición
Esteban Carmuega, que disertó en el citado encuentro científico.
.
¿Cómo opera esta asociación? "La actividad física no sólo
produce un gasto de energía durante el ejercicio, sino que también
permite contrarrestar la disminución de la tasa metabólica basal que
experimentan las personas que bajan de peso", respondió el doctor
Carmuega.
.
En estas personas que restringen su consumo de calorías, el organismo
responde disminuyendo el gasto energético necesario (basal) para las
funciones vitales. "La actividad física permite mantener elevado
este gasto, ayudando a lograr un balance negativo de energía que obliga
al organismo a quemar grasas, que es lo que permite el descenso de
peso."
.
Como si esto fuera poco, agrega Carmuega, "la actividad física
contribuye a mantener durante el día una disminución del apetito y, además,
aumenta la masa magra (músculo), que es la que más consume energía".
.
Pero lo que muchas veces no toman en cuenta quienes prescriben planes
dietarios con dudoso soporte científico es que la persona que va a
realizar actividad física para bajar de peso necesita tener garantizada
cierta ingesta de calorías,y en especial de hidratos de carbono.
.
"Si una persona necesita 3000 kilocalorías diarias para garantizar
sus funciones vitales y el consumo de energía que realizará al hacer
ejercicio -explicó el doctor Mazza-, una dieta hipocalórica razonable
sería aquella que presenta un déficit no superior al 20 por ciento.
.
"El problema surge cuando se pretende que una persona baje 10 kilos
en un mes y se le indica una dieta severamente hipocalórica, que, por
ejemplo, pase de proveer 3000 a 1500 kilocalorías -continúa el
especialista-. Para peor, estas personas dejan de comer hidratos de
carbono, porque supuestamente engordan."
.
Y aquí no hacen ninguna distinción entre hidratos de carbono simples (azúcares
refinados, caramelos, confituras, chocolates) y complejos (pastas, papa,
arroz). Si bien los primeros son en gran medida prescindibles para una
alimentación saludable, no sucede lo mismo con los segundos: "Hay
que tratar de que estas personas que están tratando de bajar de peso
obtengan entre un 60 y un 70% de sus calorías a partir de estos
alimentos", afirmó Mazza.
.
¿Cuál es, en este contexto, la importancia de los hidratos de carbono?
"Son fundamentales para sostener la reserva muscular de glucógeno,
permitiendo un mejor desempeño muscular, menor fatiga y acumulación de
ácido láctico en el músculo", agregó Carmuega.
.
Mantenerse hidratado
.
Aunque muchas veces no sea tomado en cuenta, un aspecto importante para
conciliar la actividad física con un plan alimentario tendiente a
disminuir el peso corporal es una adecuada hidratación antes, durante y
después de la práctica deportiva.
.
"Es muy importante hidratarse antes de hacer ejercicio, y más aún
si hace calor -dijo Mazza-. Con una temperatura de 25 a 30 grados hay que
tomar por lo menos medio litro (en fracciones) antes de comenzar la
actividad; de 30 a 35 grados, un litro. Esto permite prevenir la
deshidratación aguda durante el ejercicio."
.
Por otro lado, se aconseja beber una cantidad de líquido similar al
volumen que se pierde durante el ejercicio, y no esperar a tener sed.
"Cuando una persona tiene sed, es tarde, porque ya ha disminuido su
volumen corporal de agua", explicó Carmuega.
.
"Es importante anticiparse a esa necesidad de agua, hidratándose
antes, durante y después del ejercicio", agregó. Esta es otra buena
medida para evitar el shock de calor y las lesiones deportivas que suelen
frustrar tan fácilmente cualquier plan de descenso de peso.
.
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION
.Dieta y ejercicio, se sabe, es la fórmula ideal para alcanzar un peso
saludable que permita alejar los riesgos que implican el sobrepeso y la
obesidad. Sin embargo, su puesta en práctica no siempre redunda en los
beneficios esperados. Sucede que, con más frecuencia de lo deseable, las
personas se dejan llevar por dietas que restringen exageradamente las
calorías y los hidratos de carbono.
.
Esta combinación de ejercicio y dietas hipocalóricas e
hipohidrocarbonadas es el mejor camino hacia el fracaso en el descenso de
peso, aseguró el doctor Juan Carlos Mazza, coordinador científico del IX
Simposio Internacional de Ciencias del Ejercicio y Medicina del Deporte,
que se realizó a mediados del actual junto con el Congreso Internacional
del Gatorade Sports Science Institute.
.
"Con estas dietas, las personas se deshidratan (pues gran parte del
peso perdido es líquido y no grasa) y agotan sus reservas musculares de
azúcar o glucógeno -explicó-. Cuando el músculo pierde dos tercios de
sus reservas, entra en fatiga muscular y, ante el ejercicio, se lesiona.
Así, las personas abandonan su plan para adelgazar y vuelven a subir de
peso."
.
Este es un círculo vicioso en el que quedan atrapadas muchas personas que
periódicamente emprenden un plan de dieta y ejercicio, que al poco tiempo
abandonan. Y sus consecuencias no son menores: "En los últimos años
se han realizado estudios que demuestran que este ciclismo de peso (bajar
10 kilos, volver a subirlos y así sucesivamente) presenta un riesgo mayor
de enfermedad coronaria que tener un ligero o moderado sobrepeso",
dijo Mazza.
.
Cómo no hacer dieta
.
"La asociación entre actividad física y cambios en el estilo de
alimentación ha demostrado ser la estrategia más efectiva para el
control del peso corporal", comentó el especialista en nutrición
Esteban Carmuega, que disertó en el citado encuentro científico.
.
¿Cómo opera esta asociación? "La actividad física no sólo
produce un gasto de energía durante el ejercicio, sino que también
permite contrarrestar la disminución de la tasa metabólica basal que
experimentan las personas que bajan de peso", respondió el doctor
Carmuega.
.
En estas personas que restringen su consumo de calorías, el organismo
responde disminuyendo el gasto energético necesario (basal) para las
funciones vitales. "La actividad física permite mantener elevado
este gasto, ayudando a lograr un balance negativo de energía que obliga
al organismo a quemar grasas, que es lo que permite el descenso de
peso."
.
Como si esto fuera poco, agrega Carmuega, "la actividad física
contribuye a mantener durante el día una disminución del apetito y, además,
aumenta la masa magra (músculo), que es la que más consume energía".
.
Pero lo que muchas veces no toman en cuenta quienes prescriben planes
dietarios con dudoso soporte científico es que la persona que va a
realizar actividad física para bajar de peso necesita tener garantizada
cierta ingesta de calorías,y en especial de hidratos de carbono.
.
"Si una persona necesita 3000 kilocalorías diarias para garantizar
sus funciones vitales y el consumo de energía que realizará al hacer
ejercicio -explicó el doctor Mazza-, una dieta hipocalórica razonable
sería aquella que presenta un déficit no superior al 20 por ciento.
.
"El problema surge cuando se pretende que una persona baje 10 kilos
en un mes y se le indica una dieta severamente hipocalórica, que, por
ejemplo, pase de proveer 3000 a 1500 kilocalorías -continúa el
especialista-. Para peor, estas personas dejan de comer hidratos de
carbono, porque supuestamente engordan."
.
Y aquí no hacen ninguna distinción entre hidratos de carbono simples (azúcares
refinados, caramelos, confituras, chocolates) y complejos (pastas, papa,
arroz). Si bien los primeros son en gran medida prescindibles para una
alimentación saludable, no sucede lo mismo con los segundos: "Hay
que tratar de que estas personas que están tratando de bajar de peso
obtengan entre un 60 y un 70% de sus calorías a partir de estos
alimentos", afirmó Mazza.
.
¿Cuál es, en este contexto, la importancia de los hidratos de carbono?
"Son fundamentales para sostener la reserva muscular de glucógeno,
permitiendo un mejor desempeño muscular, menor fatiga y acumulación de
ácido láctico en el músculo", agregó Carmuega.
.
Mantenerse hidratado
.
Aunque muchas veces no sea tomado en cuenta, un aspecto importante para
conciliar la actividad física con un plan alimentario tendiente a
disminuir el peso corporal es una adecuada hidratación antes, durante y
después de la práctica deportiva.
.
"Es muy importante hidratarse antes de hacer ejercicio, y más aún
si hace calor -dijo Mazza-. Con una temperatura de 25 a 30 grados hay que
tomar por lo menos medio litro (en fracciones) antes de comenzar la
actividad; de 30 a 35 grados, un litro. Esto permite prevenir la
deshidratación aguda durante el ejercicio."
.
Por otro lado, se aconseja beber una cantidad de líquido similar al
volumen que se pierde durante el ejercicio, y no esperar a tener sed.
"Cuando una persona tiene sed, es tarde, porque ya ha disminuido su
volumen corporal de agua", explicó Carmuega.
.
"Es importante anticiparse a esa necesidad de agua, hidratándose
antes, durante y después del ejercicio", agregó. Esta es otra buena
medida para evitar el shock de calor y las lesiones deportivas que suelen
frustrar tan fácilmente cualquier plan de descenso de peso.
.
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION
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http://www.lanacion.com.ar/02/11/27/sl_453192.asp
LA NACION | 27/11/2002 | Página 09 | Ciencia/Salud
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